Coaching y alegría:
¿Qué es exactamente Visión de Vida?. Visión de
Vida es una institución que funciona
hace aproximadamente 10 años y al taller lo llaman Misión. Era frecuente, hace años, que al describir a una persona o decir alguna
cualidad, se dijera "es muy alegre". Ahora raramente se escucha,
preferimos utilizar palabras referidas a una conducta determinada o a como es
desarrollada una tarea o función y decimos "es... competente, pro-activo,
líder, buen gestor, comunicador, etc.", como si aspectos referidos a la
esencia de las personas, como el ser alegre, fueran componentes insignificantes
o de menor cuantía.
Preguntas frecuentes:
- ¿Qué seria la alegría verdadera?:
Cuando se lee en el diccionario la descripción y significado de la palabra alegría: "animación y sentimiento
grato que produce la posesión o esperanza de un bien", no se puede evitar
el pensamiento acerca de ¿dónde se fue la alegría? Explica Cristina Sanchez Vega que Ccda vez tenemos más posesiones y
mostramos menos alegría, lo que no significa que no la tengamos, que no
dispongamos de ella. Quizás es que ese aspecto de gratitud por la posesión de
un bien, o la esperanza de tenerlo, ya no nos produce lo mismo que antaño.
¿Apreciamos menos lo que obtenemos? ¿Nos satisfacen los objetivos conseguidos? Por
otro lado hay personas orientadas a lo que falta en sus vidas, en lugar de
tener en cuenta lo que si tienen disponible y es difícil, desde esta perspectiva,
sentir esa sensación que nos puede conectar con la alegría.
- ¿Por qué Vision de Vida lo problematiza? Confundimos con mucha
facilidad la alegría como reacción con la alegría como tendencia vital. La
alegría como reacción aparece ante una situación puntual, quizás nos
entusiasmamos por un reconocimiento que obtenemos, quizás hemos conseguido
adquirir algo que deseábamos con gran empeño. ¿Cuánto dura esa sensación
maravillosa de que "somos importantes" o de satisfacción por nuestra
adquisición?, NoCoaching explica que lamentablemente suele ser
transitoria y nos empeñamos en perseguir estos pequeños momentos como si uno
tras otro pudieran transformarse en algo perpetuo.
Por supuesto que disfrutar de la alegría procedente de esos momentos descritos
es lícito y deseable y, sin duda lo podemos hacer de un modo más intenso si
tenemos esa disposición interna orientada a eso que llamamos "alegría de
vivir", esa sensación que no necesita de nada ni de nadie, que existe como
una corriente y de la que podemos tomar y distribuir sin costo y sin medida. Hablamos
y leemos mucho acerca de valorar lo importante, de que las posesiones no nos
hacen felices, que tenemos que mirar hacia nuestro interior... ¿Qué nos está
quitando la alegría procedente de nuestra esencia? Lo sabemos con seguridad y
no lo actuamos, como en tantas otras ocasiones, el paso que marca la diferencia
no lo damos, solo lo pensamos. Y pensar no es actuar.